jueves, 21 de febrero de 2013

La educación emocional ¿incluye las virtudes?


En una de las últimas reuniones de padres, antes de que la maestra nos diga que habían hecho en ese período, el equipo orientador nos mostró como habían trabajado la educación emocional. A lo largo del año los niños trajeron a casa diferentes consignas, debíamos hablar y escribir sobre alegrías, miedos, enojos y tristeza. Fue bastante rico tocar estos temas con nuestra hija, sobre todo porque estuvimos transitando un duelo en todo el año y ella nos pudo decir y compartir las veces que se ha sentido triste, sin vergüenza y sin “que hagamos como que no es así” si no todo lo contrario, no tiene nada de malo extrañar un ser amado que ya no está, llorar o recordarlo. También con la cuestión de los enojos, con una nueva hermanita en casa, afloraron los celos, las rabietas, los berrinches,  por momentos se hizo largo pero ha logrado cambios maravillosos.
Las chicas nos explicaban que la personalidad es como un árbol, las ramas son las habilidades sociales (ej. empatía, comunicación asertiva, resolución de conflictos),   pero también un árbol firme necesita raíces y allí tenemos los valores y las virtudes, de nada serviría por ejemplo, ser “expertos” en técnicas de resolución de conflictos si no partimos de una sincera intención de llegar a un acuerdo con el otro, o si no hemos desarrollado la capacidad de perdonar. Cuando dijo virtudes, compré todo el combo porque es realmente un término en desuso, (hace un tiempo el padre Fachi en una charla de educación de los hijos dijo: virtud ¿se escucha esta palabra en los hogares, en las escuelas…en las homilías? Yo hace mucho que no). Está muy de moda trabajar los valores pero rara vez educamos en virtudes que es más profundo y exige mayor esfuerzo de la voluntad, es decir compromiso del sujeto
Para reforzar estas cuestiones, les dieron a los chicos una herramienta llamada NIC
Digo NO, con claridad le digo al otro eso NO, no me pegues, no te burles, no me quites, no me gusta lo que estás haciendo, si esto no funciona
IRME del lugar, si no puedo convencer al otro me voy, me retiro, si de todos modos sigue el conflicto
CONTARSELO  a un adulto para que me ayude.

Ante la cuestión de las burlas la psicóloga decía que les enseñaba a los chicos a ridiculizar la misma, por ejemplo si te dicen “cabeza de plumero” por el pelo, en lugar de enojarnos, llorar o insultar le podemos decir  “viste, yo con mi cabeza puedo limpiar la casa” como para minimizar lo que dice el otro y poner una cuota de humor. Me parecen buenas intervenciones para esos temas menores, diarios muy cansadores para un docente, pero creo que hay otras burlas que son repetidas, dolorosas y constantes en niños mas grandes que  exigen resoluciones mas serias y profundas.
Una mamá hizo una pregunta muy interesante, dijo ustedes le dan todos los elementos a la “victima” ¿y al “victimario” qué le dicen? ……le dieron una respuesta válida pero no con la seguridad de todas las otras explicaciones…interesante.
Algo que quiero agregar a modo de conclusión:
-          Una de las mejores formas de resolver conflictos es teniendo una educación cristiana desde la mas tierna infancia, autentica, con verdadero conocimiento y amor a Dios, por ende al prójimo, que muchas cuestiones consisten en ejercitar la voluntad y en ese sentido la educación en las virtudes. (es una opinión muy personal, pero es real). la afamada Pilar Sordo dice "dejar que los chicos hagan lo que quieran sin hacerse cargo de lo que eligen a la larga genera almas débiles".
-          Tener claro que la formación del niño es un proceso, muchas veces queremos recetas y respuestas inmediatas, internalizar las normas lleva tiempo, mirémonos como adultos, nos sucede lo mismo, sabemos que tal o cual cosa no se hace y muchas veces la hacemos (por cansancio, por comodidad, porque tenemos un mal día, porque es mas fácil, porque todos lo hacen etc., etc.) como verán la educación es un proceso que dura toda la vida además.
-          También creo que debemos tener claro (especialmente en las instituciones) que estos talleres, o estas herramientas son solo eso (y son algo muy bueno) pero no remplazan la educación familiar, las pautas culturales, los valores y virtudes “de la cuna”, la historia personal, cuando están, es bueno porque enriquecen, pero deberán estar integradas a todo lo demás.
-          La educación emocional me parece un tema importante pero del que debería saber un poco mas, si leyendo esto se te ocurre un libro o pagina para recomendarme no dudes en comentar. Gracias. 
Hasta la próxima.
Laura

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