En una de las
últimas reuniones de padres, antes de que la maestra nos diga que habían hecho
en ese período, el equipo orientador nos mostró como habían trabajado la
educación emocional. A lo largo del año los niños trajeron a casa diferentes
consignas, debíamos hablar y escribir sobre alegrías, miedos, enojos y
tristeza. Fue bastante rico tocar estos temas con nuestra hija, sobre todo
porque estuvimos transitando un duelo en todo el año y ella nos pudo decir y
compartir las veces que se ha sentido triste, sin vergüenza y sin “que hagamos
como que no es así” si no todo lo contrario, no tiene nada de malo extrañar un
ser amado que ya no está, llorar o recordarlo. También con la cuestión de los
enojos, con una nueva hermanita en casa, afloraron los celos, las rabietas, los
berrinches, por momentos se hizo largo
pero ha logrado cambios maravillosos.
Las chicas nos
explicaban que la personalidad es como un árbol, las ramas son las habilidades
sociales (ej. empatía, comunicación asertiva, resolución de conflictos), pero
también un árbol firme necesita raíces y allí tenemos los valores y las
virtudes, de nada serviría por ejemplo, ser “expertos” en
técnicas de resolución de conflictos si no partimos de una sincera intención de
llegar a un acuerdo con el otro, o si no hemos desarrollado la capacidad de
perdonar. Cuando dijo virtudes, compré todo el combo porque es realmente un término
en desuso, (hace un tiempo el padre Fachi en una charla de educación de los
hijos dijo: virtud ¿se escucha esta palabra en los hogares, en las escuelas…en
las homilías? Yo hace mucho que no). Está muy de moda trabajar los valores pero
rara vez educamos en virtudes que es más profundo y exige mayor esfuerzo de la
voluntad, es decir compromiso del sujeto
Para reforzar
estas cuestiones, les dieron a los chicos una herramienta llamada NIC
Digo NO, con
claridad le digo al otro eso NO, no me pegues, no te burles, no me quites, no
me gusta lo que estás haciendo, si esto no funciona
IRME del lugar,
si no puedo convencer al otro me voy, me retiro, si de todos modos sigue el
conflicto
CONTARSELO a un adulto para que me ayude.
Ante la
cuestión de las burlas la psicóloga decía que les enseñaba a los chicos a
ridiculizar la misma, por ejemplo si te dicen “cabeza de plumero” por el pelo,
en lugar de enojarnos, llorar o insultar le podemos decir “viste, yo con mi cabeza puedo limpiar la casa”
como para minimizar lo que dice el otro y poner una cuota de humor. Me parecen
buenas intervenciones para esos temas menores, diarios muy cansadores para un docente,
pero creo que hay otras burlas que son repetidas, dolorosas y constantes en
niños mas grandes que exigen
resoluciones mas serias y profundas.
Una mamá hizo
una pregunta muy interesante, dijo ustedes le dan todos los elementos a la “victima”
¿y al “victimario” qué le dicen? ……le dieron una respuesta válida pero no con
la seguridad de todas las otras explicaciones…interesante.
Algo que
quiero agregar a modo de conclusión:
-
Una de las mejores formas de resolver conflictos
es teniendo una educación cristiana desde la mas tierna infancia, autentica,
con verdadero conocimiento y amor a Dios, por ende al prójimo, que muchas cuestiones consisten en ejercitar la voluntad y en ese sentido
la educación en las virtudes. (es una opinión muy personal, pero es real). la afamada Pilar Sordo dice "dejar que los chicos hagan lo que quieran sin hacerse cargo de lo que eligen a la larga genera almas débiles".
-
Tener claro que la formación del niño es un
proceso, muchas veces queremos recetas y respuestas inmediatas, internalizar
las normas lleva tiempo, mirémonos como adultos, nos sucede lo mismo, sabemos
que tal o cual cosa no se hace y muchas veces la hacemos (por cansancio, por
comodidad, porque tenemos un mal día, porque es mas fácil, porque todos lo
hacen etc., etc.) como verán la educación es un proceso que dura toda la vida
además.
-
También creo que debemos tener claro
(especialmente en las instituciones) que estos talleres, o estas herramientas
son solo eso (y son algo muy bueno) pero no remplazan la educación familiar,
las pautas culturales, los valores y virtudes “de la cuna”, la historia
personal, cuando están, es bueno porque enriquecen, pero deberán estar
integradas a todo lo demás.
-
La educación emocional me parece un tema
importante pero del que debería saber un poco mas, si leyendo esto se te ocurre
un libro o pagina para recomendarme no dudes en comentar. Gracias.
Hasta la próxima.
Laura
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