lunes, 2 de junio de 2014

Recuerdos de un hermoso y emotivo paseo.

"Revolviendo" álbumes antiguos encontré uno que decía Carlos Keen y recordé el día maravilloso que pasamos por todo lo que vimos y pudimos hacer. También porque fue una salida emotiva recién nos había pasado, como un tren por encima, la enfermedad de Juani, dos meses luchando con los status convulsivos, idas y venidas de casa a las internaciones en Buenos Aires, incertidumbres, temores, teníamos claro que viajar sería complicado por lo que decidimos ir a un pueblo cercano a una ciudad grande donde pudieran atenderlo rápido si se descomponía, era como empezar a caminar de nuevo luego de haberlo hecho seguro y golpearte muy muy fuerte...
Salimos a la mañana había mucho sol, este lugar está muy cerquita de la ciudad de Luján, íbamos por una hermosa ruta viendo paisajes muy lindos, llegamos y encontramos todo como detenido en el tiempo y muy pintoresco, el dato que teníamos es que allí se había filmado una novela bastante exitosa que había terminado en esos días se llamaba "Vidas robadas". Recorrimos primero en auto, yo no me cansaba de sacar fotos a las casas y casonas, almacenes, la estación y las calles...







Todo el  mundo te ofrecía lugares para comer hasta que nos entusiasmó uno que quedaba  algo alejado (a mi me ponía un poco nerviosa)...pero bueno parece que era el camino que tomó el virrey Sobremonte durante su huida...jeje
















No nos arrepentimos, comimos bien disfrutamos al sol, Ana jugó en un carro y con un corderito, había hamacas y sillas para descansar, un molino en miniatura que nos encantó...en fin un almuerzo espectacular.
A la tarde nos fuimos "al centro" en la estación se instala una hermosa y variada feria de artesanías, compramos una alfombra, una maceta y un gorrito...tomamos mate, disfrutamos de un espectáculo para chicos con payasos y magos, el edificio de la estación está convertido en museo, es realmente precioso digno de ser visto, comparto todas las fotos porque lo expuesto es sin igual, yo quedé fascinada...

Ana con el gorrito que compramos


















Caía el sol, se ponía fresquito en la deliciosa y melancólica tarde, nos acercamos a la capilla, pequeña y bonita, el santo patrono atrás del altar y en la entrada un gran cuadro de Santa Maravillas de Jesús, tanto temor por el viaje y la Madre una vez mas me sonreía y me decía "tranquila Laura estoy con ustedes" como me lo había dicho todos los días en esos últimos meses, volvimos contentos llenos de anécdotas y hermosos recuerdos.





Hasta la próxima.
Laura.


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