Bueno para culminar mis entradas sobre este tema diría que fue un proceso muy rico y a la vez "extraño" para mi, cambió mi visión sobre el tema del futbol, la pasión que le ponen los argentinos, los medios, las masas, la política, las posturas.
Me gustó que en casa lo tomemos como actividad didáctica excusa para aprender de otras culturas, jugar, investigar, compartir...pasar momentos con mi marido, con los niños viviendolo "de adentro" comentando poniéndome nerviosa, gritando, etc.
Me gustó que salgamos a festejar, tanta gente "enloquecida" con necesidad de expresar cosas en general buenas, mirarte con un desconocido y reírte, cantar, saludar...es algo que nos une mucho ya que otras cosas mas serias nos dividen (lo equipos de fútbol internos, la política, los sucesos históricos) todo eso genera dos bandos en cambio la selección es mas de todos. Los únicos enojados son los anti- mundial jeje.
Me gustó el equipo y el técnico que tuvimos, no jugamos partidos perfectos pero fueron creciendo, mejorando, corrigiendo errores, y se vio un estilo, se basaron en general en valores, en formas de jugar, en la visión de grupo por encima de la individualidad, el perfil bajo, la no fanfarronada...
No me gustó que como argentinos lleguemos a Brasil con un cantito "patotero" que si bien forma parte del folclore la rivalidad, no habla bien de nosotros como pueblo...nos dio mucha bronca que Brasil prefiera a todos los equipos en contra de nosotros, sin embargo nosotros haríamos exactamente lo mismo...hubo grupitos que no dejaban caminar la gente a su trabajo molestando con sus cantitos, chistes de muy mal gusto sobre la columna de Neymar (insisto son minorías, no es generalización, pero lo hemos visto, quedó filmado y grabado) y solo nos molesta que Brasil haga esas cosas. Confirmé con esto esa teoría de la psicología que dice que "odiamos de los demás aquello que odiamos de nosotros mismos"
En este link se amplia el concepto al que me refiero.
Me llenó de entusiasmo llegar a la semi final, hacía tanto que eso no pasaba que nos alegró mucho. Que haya sido en forma justa sin penales "raros" sufriendo si pero bastante licito todo (más allá de eternas polémicas y sutilezas que a mi me aburren) el festejo fue desbordado, grandilocuente, eufórico, caras sacadas, voces roncas, locura popular...como decía una amiga "no cambia nada pero qué bien que se siente. Y comenzó la creatividad popular a idolatrar a uno de los jugadores llamado Javier Mascherano se inventaron geniales y creativas frases para elogiarlo considerarlo el mejor y la palabra del técnico alemán en conferencia antes de la final "La Argentina tiene jugadores excelentes, merece estar en la final, con futbolistas de nivel mundial como Messi, Di María, Agüero, Mascherano , que es el líder de esa manada de lobos".
Llegó la final y el dolor de perder, de penales no cobrados, de goles errados, de malas y buenas suertes, pero seguros de un equipo que lo dejó todo, que jugó bien y limpio...es cierto queríamos ganar, hubiera sido hermoso, histórico, enorgullecedor, pero también fue aleccionador somos un país mediocre todavía, falto de humildad todavía, falto de empatía todavía, inmaduro todavía...por eso como pueblo no merecimos la copa, tenemos que aprender las virtudes que manifestó el equipo, ser cautos, serenos, tranquilos no brabucones, burlones, vengativos y pusilánimes, festejamos que Brasil perdió, lo celebramos, nos llenó el corazón de soberbia estúpida y cuando nos tocó no nos la bancamos y los brasileros nos parecieron insoportables, vendidos y de lo peor (¿iguales a nosotros quizá?).
Pero también vimos un pueblo alegre a pesar de todo pero una alegría distinta a la anterior, mas serena, reflexiva, de sonrisa y no de euforia, ¿será que estábamos invitados a un festejo mas sentido, que de exabruptos? Son solo reflexiones mías muy pero muy mías, no pretendo que nadie esté de acuerdo simplemente creo que aún podemos ser mejores, que la pasión es maravillosa, que tenemos derecho a una fiesta aún por un motivo no tan "serio", que eso no quita que no nos importen los verdaderos problemas del país, que no por festejar simplemente soy superficial, pero pegadito eso, es necesaria la humildad, la integridad, sin bajezas, alegrarnos porque nos va bien, no porque a otro le va mal, eso es muy triste y básico. Finalmente me quedo con la llegada del equipo al país, mucha gente fue a recibirlos contenta, agradecida y presente y la frase una vez mas de Mascherano "no habremos traído la copa pero trajimos valores" con ese espíritu comencé a realizar las actividades en familia y creo que en una pequeñísima medida lo hemos logrado. Gracias y Vamos Argentina todavía!!!!!!!!