Dicen que una mujer se acercó a Einstein y le dijo -¿qué puedo hacer para que mi hijo sea inteligente y un gran hombre de ciencias? Einstein le respondió -Leale cuentos. Bueno -dijo la mujer- ¿Y qué más puedo hacer? leerle más cuentos. ¿YYY alguna otra cosa? leerle otros cuentos...
Supongo que en la tercera opción la mujer quedó convencida y la pregunta es los cuentos nos hacen mas inteligentes, los expertos dicen un contundente SI. Como maestra estoy convencida de ese si, pero también quiero pensar en mi biografía fantástica que es tan rica gracias a la NO TELEVISIÓN en casa hasta que fui bien grande. Por lo tanto no vi Festilindo, ni las novelas o comedias de la época, pero si estuve nutrida de cuentos, historias y palabras...libros y voces en mi casa no faltaron, pero quiero recordar en particular los cuentos de mi abuelo materno...
No imaginen una gran chimenea, con fuego y alfombra y mullidos sillones y yo una dulce niña sentada a sus pies con un vestido almidonado...NO!! nada fue así fue todo en medio de la casualidad y espontaneidad de unas noches de domingo, en la pieza de mi tía, tomando mate y los niños ya adentro porque se había hecho de noche...el abuelo charlaba de cualquier cosa, pero de repente las palabras lo llevaban a tiempos pasados y comenzaban a surgir historias reales (o no) de su boca sonaban muy verosímiles...yo ya no jugaba sin atender quedaba anonadada y expectante escuchando, imaginando, riendo a carcajadas por momento...tenía una gran capacidad de "arreglo" para que la historia suene tragicomica...en otros momentos los cuentos eran terroríficos y yo sentía miedo real (y fascinación)...como olvidar al hombre que confundió la luna con la luz mala y a él mismo llevando una noticia triste en medio de la noche, con su caballo al galope tiene que cruzar por un lugar con una cruz en memoria de un señor fallecido en el lugar...y ¡¡yo no creía en esas cosas y el "finau" papá menos!! pero se veía clarita una luz titilando por el lugar...pobre abuelo ¡era un niño! suerte que confiaba en su caballo y en su padre y se le animó nomas y taloneando al caballo, con el corazón saliendo por la boca...a esta altura yo no respiraba (y en este momento es igual) iba llegando y pudo ver con inmenso alivio que la luz era de un fueguito encendido para quemar un rastrojo de maíz ¡y el inoportuno viento lo hacía aparecer y desaparecer! y llegaba el final feliz, pudo hacer su mandado, evitar una zurra, y que nosotros entendamos en esta caótica actualidad porque no era descabellado pedirle a un chico semejante cosa... como ésta, miles, la del señor del bar que fingió un llamado a la policía y los alcoholizados (y entonados) señores que peleaban salgan a las corridas sacudiéndoles cosas desopilantes, y el enamorado que le hizo un horrible escenario a su contrincante, camino a casa de la amada para que se asuste y no cruce...y así cuentos y cuentos que nos dejaban plenos y al día siguiente a contarlos a la escuela y tratar de poner el mismo clima que creaba el abuelo, desde el vamos imposible, pero tan maravilloso!!!
vaya a saber si eso contribuyó o no a mi inteligencia, lo que si estoy segura es que forma parte de mi bagaje cultural, de mi imaginación, de mis valores, de mi propio folklore y claro que los cuentos nos hacen mejores!!! hay que visitar mundos posibles, enfrentar problemas, buscar soluciones, superar dificultades, recrear escenarios, escalar, escarbar, volar, creer, especialmente creer...como la buena alimentación se quedó hecha nutriente en nuestro cuerpo esas buenas palabras, esos momentos mágicos, ese convocar el misterio y la sonrisa se nos quedan en el alma y hay que transmitirlo, guardarlo, evocarlo, desempolvarlo, abrir cada tanto el baúl de los sentimientos y sacar con el mismo embeleso de la infancia el atado de palabras, el manojo de relatos y esparcir el encanto, producir el embrujo, en los hijos en los alumnos, entre las amistades, en los momentos simples y casuales (no por eso menos especiales) porque mientras haya cuentos, historias, fábulas y parábolas, de boca en boca, de gesto en gesto, de tiempo en tiempo la humanidad estará prevenida y armada para defenderse de la ignorancia y las miserias, de la superficialidad y el vacío, del "no puedo" y el "no me importa" claro que nos hacen inteligentes y sensibles. gracias Einstein, Gracias abuelo sos un genio!!!!
Hoy cuando me desperté de lo primero que me acordé, antes que de la "Independencia", fue del cumple del Abuelo!.... Hermoso y muy cierto lo que escribiste!
ResponderEliminarDany!