sábado, 25 de octubre de 2014

Una reflexión para mi cumpleaños...



Cumplir 35 ¿qué significa? Es para alegrarse, deprimirse, festejar, preocuparse, veamos mis 35:


Cuando era adolescente en el cole teníamos cuadernillos en los que respondíamos interminables cuestionarios sobre nuestros gustos, sueños y anhelos, recuerdo uno que decía cuáles son tus tres sueños y yo respondía casarme, ser mamá y ser feliz…no comprendía con 14 años que las tres opciones juntas son incompatibles…..cuando le dije a una amiga ¿qué sería de tu vida sin tus hijos? Sería feliz dijo ella….más allá de la humorada para reírnos un poquito la verdad es esa mi proyecto, en lo que he puesto mi foco es la familia, mas allá de la belleza (característica visiblemente relegada en mi actualidad) al menos en lo exterior, más allá de comodidades y gustos…

En el día de hoy me puse a pensarme como heroína, pero no las de comik extravagantes, exuberantes mi única mascara es la anti age que uso desde los 30 pero que no prosperen las arrugas…llevo dos potes de 70 grs en 5 años evidentemente no me interesa verdaderamente…mi capa es de maquillaje o corrector de ojeras y mis poderes consisten en poder levantarme de la cama, poder llegar a tiempo a todos lados, poder cocinar, poder planchar, las curvas son las de la panza y los rollos…hablo de ser una heroína cotidiana, cada día hacer lo correcto es de héroes, cada día jugarse por un ideal es de héroes, ser honesto aunque signifique avanzar despacio es de héroe desde esa óptica lo veo:

Me sentí heroína cuando tuve que vivir con mi abuela para terminar la primaria en un mejor colegio (y extrañar hasta el llanto mi casa y mis padres)

Me sentí heroína los 5 años de secundaria viviendo con una tía abuela en un pueblito y visitaba a mis padres yendo en una motito, contra niebla, llovizna y ventisca.

Me sentí heroína viviendo una juventud sana y distinta.

Me sentí una heroína caminando hacia el altar del brazo de mi papá vestida de blanco.

Me sentí una heroína cuando llevaba mi panza de 8 o 9 meses orgullosa por la vida y cuando nació mi hija (y eso que se entrometió la villana cesárea) y cuando salía de clases corría al maternal, le daba teta y volvía a la siguiente clase, caminaba liviana y me sentía poderosa…y una nueva panza. Se vino el desafío mayor, un villano fuerte me enfrentó desplegó sus armas de muerte y de miedo, de angustia y temor pero nos hizo más fuerte, la prueba fue superada con valor, ayuda, alegría, amistad, amor, oración, fortaleza, paciencia y esperanza. Ahí no me sentí heroína FUI SUPERHEROE. Y Por último me sentí una heroína con mi última beba, saliendo de la clínica con ella en brazos.

Me siento heroína cada día construyendo nuestra casa despacio, no es como la de mis sueños pero es la que logramos con honestidad y dignidad. Soy heroína cada día cumpliendo con cientos de horarios y terapias, obligaciones, rutinas, exigencias y disfrutarlo y hacerlo silenciosa y anónimamente…

No lo niego, a veces camino por las paredes como el hombre araña, me pongo verde de rabia como Hulk, vuelo como Superman para cumplir horarios, saco las uñas como Gatuvela…no soy más que esta heroína cotidiana que lucha cada día por el bien y la justicia en su propia medida.

Solo les digo a los que atraviesan esta etapa, que la vida siempre vale la pena y mientras más tiempo permanezcamos en esta bella tierra, con todos los retos que nos impone la vida diaria y nuestro corazón, más querremos seguir disfrutando de esto que llamamos vida y nos negaremos a abandonarla, aunque cumplamos 130 años; Sencillamente es nuestro gran desafío ser buenos, ser felices con 5, con 10, con 15…con 35 años recién estrenados.


Hasta la próxima.
Laura.




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